Este sábado, en el estadio Maracaná, Boca Juniors cayó por 2-1 ante el Fluminense, quien se consagró campeón de la Copa Libertadores en su tierra, postergando así el sueño de los hinchas argentinos. En un partido vibrante, acorde a la final de una competencia que involucra a los mejores equipos del continente sudamericano, el equipo brasileño golpeó en los momentos justos y dejó con las manos vacías al Xeneize.